El cambio de vida en la mujer es bastante importante, ¿no
es así? Aparentemente, toda mujer pasa por él. Representa
el momento en que la mujer ya no puede producir más cuerpitos de
amor, ya no puede reproducirse más en forma física. Representa
el momento en que la mujer, en vez de ser solamente amante, se vuelve amante
Madre Tierra. Deja su capacidad de dar a luz niños para volverse
un símbolo de la Madre Tierra. Ya no es madre de bebés, es
madre de hombres y mujeres. Se adentra entonces más y más
en la experiencia de ser puro amor. Esto es lo que simboliza.
Su amor ya no está distraído en éste u
aquel, o no debería estarlo. Se vuelve más expansiva. El
amor que ha hecho y en el que ha crecido como mujer amorosa activa y como
madre, si lo ha sido, puede ahora volcarse en una vida totalmente amorosa
en la cual es madre representando a la Tierra. Ya no es más una
mujer individual, tiene la oportunidad de volverse una mujer vasta, la
madre vasta representada por la Madre Tierra. El cambio de vida es para
eso.
Es un largo cambio psíquico el que le sucede, y no es
fácil. Le suceden cantidad de cambios psicológicos. Pero
confío en que cada una de las mujeres que están aquí,
cuando haya pasado por este cambio, sabrá que entonces será
madre amante, no madre de alguien sino madre amante, porque no perderá
la oportunidad de amar. De hecho, es un momento en el que pueden ayudar
al hombre a amar más que nunca, porque están ahora enfocadas
profunda y completamente en el amor al hombre y pueden darle esa nutrición,
esa experiencia y esa maravilla de su esencia madura que no le pueden dar
cuando están tan distraídas como lo están del otro
lado del cambio de vida.
Así que es algo maravilloso. Lo único es que se
ha vuelto un poco patético porque las mujeres a menudo se vuelven
abuelas o tías o alguna otra cosa, enfocadas en buscar otros cuerpos
que les den amor en lugar de cuidar a todos y dar su amor de Dios que es
su amor como mujer, donde sea que puedan darlo. No su amor físico,
eso depende de que se sienta movida a hacerlo, sino dar su dulce naturaleza.
Es saber de qué se trata su vida, que la vida se trata del amor.
Saber que ya no es más adicta al sexo, que no necesita más
del sexo, que ella es amor. Eso es lo que representa.
Por cierto que en los estadios tempranos de la vida, una mujer
joven, activa y sexual tiene que internarse en el amor, internarse en el
hombre, criar a su familia y hacer lo que tienen que hacer. Pero debe saber
que al final va a pasar de allí a un lugar de desapego. Toda la
experiencia es desapegarse de lo que ha sido antes psicológicamente.
Y puede hacer la transición creciendo en este amor que les digo
que está representado por la Madre Tierra. Este amor que ya no es
particular en términos de a quién ama, sino que está
abierto como el amor de Dios, que es el amor de la mujer. Porque, les digo,
que amo a la mujer como mi amor a Dios.
La mujer es capaz de no volverse vieja y seca sino más
vasta y grande a causa de este cambio de vida, este cambio de énfasis,
este estar más en el contexto del todo que en el contexto de lo
particular.
Barry:
Eres en verdad un campeón de la mujer. Habiendo experimentado
durante muchos años la angustia, la desolación, las dudas
de mí misma, la confusión y la repugnancia ante la sexualidad
del hombre, ha sido el más maravilloso regalo oírte expresar
tan claramente la distinción entre sexo y hacer el amor: confirmar
lo que siempre supe que era la verdad. Al hablar acerca de la mujer con
tal profundidad y apreciación, me siento vista y reconocida por
primera vez. Verdaderamente, estás invocando la conciencia de la
mujer, despertando la belleza dormida. Y lo haces con toda integridad y
amor, sin tomar nada par ti mismo. Estoy profundamente agradecida.
Me gustaría preguntarte acerca de la menopausia. Estoy
acercándome a los cincuenta años y veo ocurrir el proceso
de la desintegración física.
Cuando estoy en Mí, estoy conectada con un estado
sin tiempo y que no cambia, y siento la belleza interior. Sin embargo,
cuando me enfoco en mi realidad física y en pensamientos acerca
del futuro, tengo momentos de inseguridad y depresión. Cuando era
más joven solía consolarme pensando: “Tal vez el año
que viene sea más hermosa.” Ahora sé que no hay esperanza:
¡de aquí en adelante es todo cuesta abajo! Me pregunto si
el hombre aún se sentirá atraído por mí cuando
envejezca. ¿Será todavía capaz de amar mi cuerpo cuando
éste cambie? Tengo una sensación de ansiedad acerca de los
cambios físicos y psicológicos que atravesaré en la
menopausia.
¿Puedes sugerirme cómo puedo hacer una transición
llena de gracia a través de la menopausia hacia la vejez? ¿Cuál
es el propósito de la menopausia?
Con amor y gratitud
Megan
Megan:
La menopausia es el comienzo de la transición de la mujer
de ganar experiencia en el amor a la sabiduría y la verdad del amor.
Su cuerpo, que una vez fue joven y firme, empieza a relajarse, en tanto
ella desciende interiormente a un lugar diferente. Este lugar está
más cerca de Mí, más cerca del estado consciente de
libertad de la muerte. Es una transición que dura varios años,
lo cual es apropiado. En este tiempo pasa realmente por lo que puede ser
llamado un renacimiento psíquico. Va a madurar entonces toda la
experiencia que ha juntado, particularmente acerca del amor y el hombre.
Se supone que después de la menopausia sea una mujer más
completa. Todas sus células habrán sido iluminadas por el
valor y la virtud de sus años hasta ese momento. Es el ejemplo vivo
del vino joven que, habiendo alcanzado la mediana edad, está ahora
maduro en sabiduría y listo para dar su alimento iluminador.
Digo “se supone” porque el ritmo lleno de gracia de este proceso
menopáusico ha sido interrumpido en gran medida por nuestra competitiva
sociedad moderna y su influencia negativa en el natural conocimiento de
la vida y el amor de la mujer. Se supone que, después de la transición,
sea el equivalente al gurú femenino, la mujer iluminada en la maravilla
y los misterios del amor, sabia con respecto a la manera de ser del mundo
y particularmente del hombre, la reverenciada Maestra femenina, ejemplo,
o simple mujer madura. Pero hoy esto es arruinado por su miedo a envejecer,
su identificación con su cuerpo percibido, sus dudas en vistas al
amor, el compararse con otras mujeres: todos los juicios negativos inducidos
por la ignorante mentalidad de las revistas femeninas.
En la menopausia, toda mujer pasa por este proceso profundamente
madurativo. En verdad, emerge de él como una mujer más sabia,
amorosa y dadora. Pero a menudo su mente la arroja a un circuito mental
que le impide conectarse con sus células vitales recién iluminadas.
Rara vez puede dejar de pensar y ponerse emocional, como tu carta describe.
Su mente, girando en círculos, aliena su conciencia del amor viviente
y la sabiduría que están acumulados en las células.
Está demasiado ocupada compitiendo, comparándose y lamentándose
por lo que ya es pasado, demasiado ocupada con su falso yo: el egoísmo
común de nuestros tiempos, para ser y disfrutar la plenitud del
nuevo cuerpo vital que ha sido hecho.
Todo esto, por supuesto, es psíquico o vital. Es psíquico
o vital (tal como las células del cuerpo son psíquicas y
vitales) y no material, como la mente piensa. El cuerpo es como una fotografía
en un periódico. Es una buena descripción de lo que ha sido,
pero no es nunca una descripción de lo que es ahora. Todo lo que
es vital, todo lo que es vida, está ahora en las células.
Lo que tienes que hacer primero es oír la verdad de lo
que estoy diciendo: desciende con gracia en tus células y permite
que el renacimiento menopáusico tome con él tu conciencia,
de manera tal que puedas emerger como una mujer completa: buena para ser
amada por cualquier hombre, buena para la generación más
joven y una contribución de valor para el inmortal cuerpo vital
de la humanidad.
TRADUCCION: KISHORI & SHALABHA