Mirando dentro de la Verdadera Naturaleza de las Emociones


Lama Gendun Rimpoche 
Un extracto del libro "Cambio de Expresión.Trabajando con las Emociones "  
Traducción del Ingles: Josep Ferrer – Blanes, Enero 1999
Publicado por Ediciones Dzambala  
                
    


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El texto sobre el cual esta basada la enseñanza es un trabajo de Chagme Rinpoche, un experimentado y erudito lama del siglo XVII.


¿Qué es la emoción?
Es importante ser claro acerca de lo que queremos significar con la palabra emoción.
Nosotros utilizamos la palabra diariamente para describir algo que puede ser identificado inmediatamente, una definitiva sensación en la mente que es tanto una reacción como una fuerza impulsora. En Budismo sin embargo, la emoción es mucho mas que esto. Es un estado mental que empieza en el instante en que la mente funciona de un modo dualista, mucho antes de que la persona normal sea consciente de ello.
La emoción es el aferramiento habitual que nos hace catalogar automáticamente nuestras experiencias de acuerdo a si nuestro ego las encuentra atractivas (deseo), no atractivas (enfado), o neutrales (ignorancia). Cuanto mas aferramiento haya, mas fuerte será nuestra reacción, hasta que alcancemos un punto donde finalmente se rompa dentro de nuestra mente consciente y se manifieste como las sensaciones obvias que normalmente llamamos emociones.

Las reacciones anteriormente citadas son calificadas como los tres venenos, a los cuales se añaden aquellos de considerar nuestra propia experiencia como predominante (orgullo) y juzgar nuestra propia posición en relación al objeto percibido (celos), para dar en total los cinco venenos. La palabra veneno es utilizada porque estas reacciones envenenan nuestra mente e impiden la aparición de su sabiduría intrínseca.
Por tanto, al leer las instrucciones de Chagme Rimpoche como son expresadas aquí por Lama Gendun, debemos tener cuidado de comprender cada palabra sobre las cinco emociones en el sentido mas amplio posible. No haciéndolo así hacemos imposible para nosotros el aferrar la plena importancia de la enseñanza.

 

“Siempre estamos dispuestos a dejar que nuestra mente sea tomadapor estos estados emocionales. Pero cuando llega el experimentar en realidad el sufrimiento que resulta [de ello], somos menos entusiastas”.

 Aquellos que practican el Vajrayana, las enseñanzas tántricas secretas, tienen un compromiso sagrado de no rechazar las emociones del apego, el enfado, la ignorancia, el orgullo y la celosía. La razón para esto es que si los abandonaran, nunca serian capaces de descubrir la sabiduría que es intrínseca a ellos. Abandonando los cinco venenos, abandonamos al mismo tiempo cualquier posibilidad de realizar las cinco sabidurías, puesto que ellas no serán nunca encontradas en ningún otro lugar que no sea en las emociones.
Este es el porque, cuando estamos involucrados en la practica tántrica, debemos trabajar con los diferentes objetos que dan origen a las reacciones emocionales con el fin de experimentar la correspondiente sabiduría. Los objetos mismos del apego, el odio, etc., se convierten en el medio para liberarse del conflicto emocional.

Prácticamente, esto significa que cuando uno de los cinco venenos aparece en la mente, tenemos que observar directamente su esencia hasta que comprendamos que en realidad no posee absolutamente ninguna existencia real. 

Percepción, emoción, y sabiduría

 Las emociones aparecen debido a las condiciones creadas por nuestra mente confundida. Nuestra consciencia fundamental, la cual esta en un estado de ignorancia en el momento presente, proyecta desde si misma la idea de un mundo experimentado a través de los cinco sentidos, los cinco órganos de los sentidos y su relación activa con los objetos externos. Debido a nuestros hábitos previos, la mente proyecta desde si misma imágenes que ella considera separadas de si misma. Estas entonces se convierten en formas que actúan como objetos para la vista, sonidos que son objetos para nuestra oída, etc. La presencia de estos objetos aparentemente independientes causa el que la mente  sea perturbada, permitiendo la aparición de las emociones.
Por ejemplo, cuando nuestros ojos ven una forma, las cosas no se detienen aquí, inmediatamente reaccionamos a ello. Cuando encontramos la forma agradable, nos sentimos atraídos hacia ella. Si la encontramos desagradable o repulsiva, la rechazamos y queremos alejarnos de ella. Lo mismo se aplica a todos nuestras restantes informaciones sensoriales, cuando quiera que escuchemos, olamos, saboreemos o toquemos algo. Cada vez que los órganos sensoriales funcionan debemos observar directamente la esencia real de lo que esta teniendo lugar.
Gradualmente llegamos a ver que el objeto que estamos percibiendo es realmente tan solo la mente en acción. No diferente de la mente, el objeto es la mente, y no hay, por lo tanto, ninguna necesidad de crear ninguna dualidad artificial manteniendo una clara distinción entre sujeto y objeto. Si observamos la esencia de esta no dualidad, la verdadera naturaleza tanto del objeto como de la mente que lo percibe, descubriremos la esencia misma de la mente.
Esta percepción de la esencia de la mente tiene lugar cuando todos los pensamientos previos han llegado a detenerse y el pensamiento siguiente aún no ha aparecido. La mente esta en el presente espontáneo, su propia realidad. Es la mente la que ve su propia esencia, y esto es lo que nosotros llamamos la sabiduría primordial. La presencia de la sabiduría primordial en la mente elimina automáticamente las emociones. Es como encender una vela en una habitación obscura: tan pronto como la luz esta presente la oscuridad automáticamente se desvanece. Igualmente, el simple hecho de que la sabiduría este en la mente sirve para desvanecer completamente todas las emociones. Si tenemos éxito en meditar de esta manera, en el momento en que detectemos una de las emociones en nuestra mente, en ese preciso instante vemos su sabiduría y de ese modo devenimos libres de su aspecto emocional. Esto es lo que es conocido como la apariencia simultanea y la liberación de las emociones. Cada uno de los cinco venenos es reconocido entonces como siendo una de las cinco sabidurías.
Sin embargo, si no conseguimos ver el aspecto de sabiduría del evento que esta teniendo lugar en la mente, nos vemos envueltos una vez mas en la dualidad. Seguimos al pensamiento, llegamos a ser influenciados por el, y empezamos a reaccionar al objeto, ya sea aceptándolo o rechazándolo, hasta que la mente es invadida por la confusión y la emoción y acabamos teniendo que experimentar el sufrimiento que sigue.
Dice en el texto que si abandonamos los cinco venenos será imposible encontrar ninguna sabiduría. La actividad de las emociones es la actividad de la mente. Cada emoción que aparece no es otra cosa mas que la misma mente en acción, así que si rechazamos las emociones estamos al mismo tiempo rechazando la mente. Y aún, es solamente a través de su actividad que llegaremos a descubrir la actividad de la sabiduría, así que rechazando la actividad emocional de la mente rechazamos al mismo tiempo la posibilidad de encontrarnos con su actividad de sabiduría. Esto nunca nos conducirá a realizar la realidad ultima de esa mente.

Una nota de precaución 

Abandonar las cinco emociones perturbadoras es tomar un camino menos directo a la iluminación. Es la camino seguido por los sravakas. Pero mirar dentro de la verdadera naturaleza de las emociones, como y cuando ellas ocurren, no es una tarea fácil. Si solo nos permitimos observar las emociones una tras otra como aparecen en la mente de la manera habitual, no somos mas diferentes que antes. Nada a cambiado. Si en realidad disfrutamos de nuestras emociones, incrementando deliberadamente su fuerza hasta que nos sentimos completamente intoxicados por ellas, nos comportamos como alguien poseído, con el resultado de que acumulamos el karma de un demonio.
Puede ocurrir que nos convirtamos en el tipo de persona que crece más y más orgulloso de su habilidad para tratar con las emociones a través del mirar dentro de su verdadera naturaleza. A pesar del hecho de que su comprensión no esta plenamente desarrollada, incrementa el poder de las emociones. Mas fuertes son estas, mas grande deviene su orgullo. Ni se detiene aquí. Incluso a pesar de que no esta realmente libre de la confusión emocional, dice que lo esta, y se erige a si mismo como un ejemplo para los demás de como experimentar las emociones sin ser arrastrados por ellas. Motivado por un gran orgullo, busca constantemente aumentar su reputación, ser reconocido como alguien muy importante, alguien bien conocido por su habilidad para trabajar con las emociones. Más y más fuera de control, jamás mas confundido [que ahora], acumula karma que crece más y más negativo.

Es difícil para nosotros pensar en la ignorancia como emoción, pero si pensamos cuidadosamente, podemos ser influenciados por la ignorancia como lo somos por el deseo o el enfado. La ignorancia no es algo neutral sin efectos o consecuencias, es un definitivo estado de mente que nos causa que actuemos de una cierta manera.
La Ignorancia es cuando somos incapaces de ver las cosas como ellas son realmente. Esto puede ser consciente o inconsciente, la inhabilidad para reconocer lo que esta ocurriendo, algunas veces alabada como inocencia, o una sensación definitiva de indiferencia, incluso deliberadamente no queriendo conocer. Puede ir desde la confusión general acerca de lo que esta sucediendo, hasta la formación de visiones definitivamente erróneas. Existe también un cierto elemento de apego. La ignorancia se puede sentir incluso bastante cómoda (‘la ignorancia es gozo...’). Si nos observamos de cerca nosotros mismos encontraremos esta actitud en muchos de nuestros comportamientos. Desde el punto de vista Budista la ignorancia es cualquier cosa excepto gozo e inocencia. En realidad, es la causa principal de nuestro sufrimiento, lo cual es la razón del porque la encontramos incluida firmemente en los cinco venenos.

 Un Buda para cada emoción

 Si conseguimos observar directamente la realidad de cada uno de los cinco venenos como ellos aparecen, los reconocemos como no siendo otra cosa que las cinco sabidurías. En el veneno del enfado y el odio percibimos la sabiduría como-el-espejo, que corresponde al Buda Dorje Sempa. Observando directamente la naturaleza del orgullo, encontramos la sabiduría de la igualdad y al Buda Ratnasambhava. En la naturaleza del deseo descubrimos la sabiduría discriminativa y al Buda Amithaba. Si observamos los celos vemos  la sabiduría que todo lo consigue y al Buda Amogasidhi. Y cuando observamos la ignorancia encontramos la sabiduría del Dharmadatu, la realidad misma, y al Buda Vairochana.

 Estos Budas corresponden también a las diferentes energías elementales del cuerpo, cada una de las cuales están relacionadas con una de las emociones. Mirar dentro de la emoción produce no tan solo la realización de un aspecto de sabiduría, también transforma el correspondiente elemento del cuerpo en uno de los cinco Budas.
En este camino no buscamos abandonar las cinco emociones, solamente observar directamente su esencia o realidad sobre la cual son transformadas entonces automáticamente y allí mismo en las cinco sabidurías y generamos espontáneamente las mentes de los cinco Budas arquetipos.
Este tipo de practica es empleada por aquellos que meditan de acuerdo al Mahamudra o la tradición Dzogchen. 

Una medicina para todas las enfermedades

 Observar directamente la esencia o naturaleza de una emoción es un método que puede aplicarse en todos los casos, del mismo modo que podemos utilizar una única medicina  para curar cientos de enfermedades.
El practicante de gran capacidad utilizará este método para aplastar las emociones tan pronto como cualquiera de ellas aparezca en la mente. Es como poner una pequeña chispa en un montón de heno seco: inmediatamente arderá en llamas y será completamente destruido. A pesar de que la chispa es pequeña, puede hacer arder cualquier cantidad de heno. Igualmente, tan solo una pequeña chispa de sabiduría puede hacer arder completamente toda la confusión de la mente y las emociones asociadas con ella, hasta que todo lo que queda en la mente es la realidad ultima.
Aquellos de capacidad media utilizarán este método como sigue. Tan pronto como ellos detecten la presencia de una emoción en la mente cuando estén meditando, la observaran directamente con desnuda claridad. La emoción se calma a si misma y libera su sujeción del individuo. Este proceso se dice que es como reconocer la no-dualidad de las olas y el agua. Pueden verse muchas olas en movimiento, tomando constantemente variedad de formas y figuras diferentes, en las superficie del océano y aún el contenido de las olas es simplemente el agua misma del océano. No existe una distinción real a hacer entre las olas y el agua. Igualmente, las muchas y variadas formas emocionales que aparecen en la mente no son otras que la misma mente. No hay por lo tanto, ninguna razón para rechazar la emoción o para considerarla diferente de la mente. El practicante medio será capaz de entender esto, y a través de experimentar directamente el hecho de que las emociones son simplemente la mente, se calmaran de mutuo acuerdo.
El practicante de capacidad ordinaria será capaz a través de esta practica de ser consciente de la emoción como aparece en la mente. No se involucrara ni será arrastrado por la emoción, lo cual es lo que ocurre generalmente. Es como alguien loco recobrando repentinamente su sentido común;  libre de su locura su consciencia ordinaria regresa. Igualmente, tan pronto como tal persona realiza la presencia de una emoción, aplica la practica que considera apropiada en este caso particular. Siendo consciente de la emoción, incluso si nuestra consciencia no es lo bastante clara para liberarnos completamente de ella, proporciona el punto inicial para la aplicación de otra, mas accesible aproximación.