En
el
Tíbet
se
formaron
cuatro
grandes
escuelas
de
budismo:
la
Ñingmapa,
la
Kagyupa,
la
Sakyapa
y
la
Guelugpa.
Todas
estas
escuelas
comparten
las
enseñanzas
básicas
de
Buda
y
tienen
el
mismo
objetivo;
las
diferencias
entre
ellas
son
más
bien
históricas,
ya
que
cada
una
de
ellas
fue
fundada
por
un
patriarca
diferente
en
un
momento
histórico
determinado;
cada
una
tiene
pues
su
propio
linaje.
El
linaje
Kagyupa
se
origina
con
Tilopa,
el
gran
yoguin
indio,
en
el
siglo
X.
Estudió
con
más
de
cien
de
los
mejores
maestros
budistas
de
su
época
y
practicó
meditación
durante
muchos
años
hasta
que
llegó
a
la
realización
última.
Todas
las
enseñanzas
y
linajes
que
había
recibido
de
sus
maestros
los
condensó
en
las
enseñanzas
del
Mahamudra,y
lo
que
más
tarde
se
conoció
como
los
Seis
yogas
de
Naropa.
Él
llegó
a
la
iluminación
por
medio
de
estas
prácticas.
Su
discípulo
principal
fue
Naropa,
el
canciller
de
la
universidad
budista
de
Nalanda.
Fue
entonces
cuando
el
tibetano
Marpa,
que
no
estaba
satisfecho
con
las
eseñanzas
budistas
que
hasta
entonces
habían
llegado
al
Tíbet,
decidió
ir
a
la
India.
Tras
estudiar
y
practicar
allí
muchos
años,
se
convirtió
en
el
discípulo
principal
de
Naropa.
Tradujo
muchos
textos
clásicos
del
sánscrito
al
tibetano
y
volvió
al
Tíbet,
donde
transmitió
el
linaje
espiritual
de
Naropa
a
numerosos
discípulos.
Se
le
considera
el
padre
del
linaje
Kagyupa.
Marpa
pasó
todas
sus
enseñanzas
a
su
principal
discípulo
Milarepa,
cuya
fama
como
poeta,
yoguin
y
asceta
se
extendió
por
todo
el
mundo
budista
y
ha
llegado
hasta
nuestros
días.
Su
discípulo
principal
fue
Gampopa,
cuya
venida
había
sido
profetizada
por
el
Buda
en
diversos
sutras;
él
fue
quien
fundó
los
primeros
monasterios
de
la
escuela
Kagyupa.
Su
heredero
espiritual
fue
el
primer
Karmapa,
a
quien,
en
virtud
de
haber
llegado
a
la
más
alta
perfección
espiritual,
se
le
llamó
Dusum
Khyempa,
que
significa
"el
conocedor
de
los
tres
tiempos",
y
fue
considerado
una
emanación
de
Chenresig,
el
aspecto
compasivo
de
todos
los
Budas.
A
su
muerte
dejó
instrucciones
precisas
para
poder
encontrar
su
futura
reencarnación.
De
este
modo
estableció
en
el
Tíbet
la
tradición
por
la
que
los
grandes
maestros
se
reencarnan
una
y
otra
vez
para
poder
guiar
a
sus
discípulos
hacia
la
madurez
espiritual.
El
actual
Karmapa,
Orgyen
Trinle,
es
el
XVII
de
estas
reencarnaciones;
nació
en
1985
y
actualmente,
desde
su
huida
del
Tibet
en
enero
del
2000,
reside
en
el
monasterio
de
Gyuto,
en
la
India.
Cada
uno
de
los
dieciséis
Karmapas
anteriores
ha
guiado
a
miles
de
seres
hacia
la
iluminación,
ha
creado
y
reconstruido
monasterios
y
ha
llevado
la
vida
ejemplar
de
un
bhodisattva.
Algunos
de
los
Karmapas
fueron
maestros
espirituales
de
los
emperadores
de
China,
de
quienes
recibieron
grandes
honores.
También
fueron
prolíficos
escritores
y
filósofos
y
nos
han
dejado
un
gran
legado
de
profundos
tratados
sobre
los
múltiples
aspectos
del
budismo.
A
la
escuela
Karma
Kagyu
se
la
denomina
también
el
linaje
de
la
práctica,
ya
que
se
enfatiza
más
la
práctica
de
la
meditación
que
los
estudios
filosóficos.
La
transmisión
es
considerada
como
fundamental.
Ka-gyu
significa
linaje
de
transmisión
oral
y
por
ello
las
enseñanzas
de
la
escuela,
Mahamudra
y
seis
yogas
de
Naropa
especialmente,
se
han
transmitido
directamente
de
maestro
a
discípulo
ininterrumpidamente
durante
más
de
mil
años.
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