ORIGEN DE LOS SEIS VERSOS VAJRA
La Canción del Cuco de la Presencia Total
Berta Aceves, http://132.248.101.214/html-docs/acta-poetica/25-1/inefable.pdf
La Canción del Cuco de la Total Presencia pertenece a la tradición de la escuela Nyingma, “los antiguos”; esta escuela es la primera que se organiza en el Tíbet, a partir de la fundación del monasterio de Samye.
Según las fuentes antes indicadas, este texto fue recogido por un monje tibetano llamado Bagor Vairochana, quien fue enviado a Oddiyana, lugar mítico situado en el centro de la India, por el rey Trisong Detsen para obtener los textos de las enseñanzas Dzogchén y traducirlos al tibetano. En Oddiyana, Vairochana conoció al maestro Shri Singha, quien le enseñó tanto los sutras como las enseñanzas Dzogchén, estas últimas durante la noche, a causa de la prohibición impuesta por el rey de Oddiyana de transmitir estas prácticas a los tibetanos, por ser secretas. De regreso al Tíbet escribe y traduce al tibetano las enseñanzas Dzogchén, y las trasmite al rey y a unos cuantos otros elegidos.
El texto de Los Seis Versos Vajra fue de hecho una de las primeras prácticas impartidas en el Tíbet. La transmisión del Dzogchén, que recibió Bagor Vairochana de su maestro Shri Singha, consistía en enseñanzas que habían sido comunicadas oralmente a través de varias generaciones anteriores, sin interrupción, desde Garab Dorje. Este maestro, según la tradición nyingma, había nacido trescientos sesenta y seis años después de la muerte del Buda (483 a. C.), esto es, en el año de 117 a. C, y manifestó desde niño grandes y sorprendentes cualidades.
Bagor Vairochana 191 En el Dzogchén se establecen diferentes linajes, pero todos ellos empiezan con Garab Dorje, y llegan a Shri Singha, quien fuera el maestro de Bagor Vairochana. Los linajes en el budismo son primordiales porque manifiestan la pureza y autenticidad de las enseñanzas, dado que éstas se impartieron oralmente, por mucho tiempo, y aun después de fijar los textos en escritura. A su vez Garab Dorje, según el árbol del linaje nyingma, desciende del buda primordial Samantabhadra, en sánscrito, (Kuntu Zangpo, en tibetano) es la representación de la “naturaleza no dual” de “la mente primordial”; por ello se le personifica desnudo.
“Representa La Conciencia del Conocimiento que es el universo, su nombre significa ‘El todo Bueno’, porque su bondad es trascendental y por encima de lo moral. Representa en sí mismo el Dzogchén en su fase de resultado” (Dowman 1994, 143). Después le siguen Garab Dorje y los siguientes maestros, hasta llegar a Vairochana.
Namkhai Norbu, al definir etimológicamente el título de Kunjed Gyalpo, documento en el cual se encuentran los seis versos, precisa más ampliamente el simbolismo de Samantabhadra: “Literalmente (Kunjed Gyalpo) es la traducción de ‘el rey de todo lo creado’, en realidad Kunjed Gyalpo es sinónimo de Samantabhadra (…). En un nivel más profundo, el verdadero significado del término kun es ‘todo’, que es el vacío, si
se considera que la última naturaleza de todos los fenómenos es la condición original de la pureza (ka dag) o el vacío. Jed es un verbo que significa ‘hacer’ o ‘actuar’, se refiere a la energía natural del vacío que, al ser dotada con movimiento y actividad, se manifiesta como claridad (gsal ba), visión (snag ba) y una pura e instantánea presencia (rig pa) (…). El término gyalpo o ‘rey’, significa el principio del conocimiento que corresponde a la total perfección del estado primordial del estado del Ati Dzogpa Chenpo: nuestra auténtica y original condición” (Norbu y Clemente 1999, 14).
Así, los principales estudios coinciden en que la trasmisión oral de los versos fue concedida a Vairochana por Shri Singha en Oddiyana, y que éste la escribe en tibetano en el siglo octavo. Pero su antigüedad oral no se puede precisar con exactitud, porque la existencia de Garab Dorje se pierde entre la historia y la leyenda de este maestro.