EXTRACTOS
"Haz lo que quieras. Pero hazlo. Ishwara o Dios, es el producto de Maya, de
la ilusión de tu consciencia. Maya es la certeza de existir.
El niño nace y hasta una cierta edad sus padres le son indispensables. Más
tarde, cuando ha crecido, los padres ya no son de tanta utilidad. Se tiene
el recuerdo de haber tenido unos padres pero aparte de eso ¿qué te pueden ya
dar? A partir del momento en que el niño puede mantenerse sobre sus piernas
la importancia de los padres comienza a decrecer y cuando es capaz de
asegurarse la subsistencia por si mismo, los padres son ya inútiles.
Del mismo modo, tu sostén es la ignorancia y ella reclama la existencia de
un Dios a quien puedas rogar y adorar, para que te guie, te conceda su
gracia y te proteja. Pero, ¿hasta cuando? Hasta el día en que te establezcas
en tu identidad real: "yo soy". Cuando te ancles en esa presencia en tí
mismo, todos los Dioses habrán cumplido su función y como los viejos padres,
no sirven ya para nada. Ha pasado su tiempo y se van.
Llegado a la adolescencia, el niño trabaja, no tiene ya ninguna necesidad de
la ayuda de sus padres. Del mismo modo, nosotros atravesamos la ignorancia
para establecernos en el conocimiento del ser. Más tarde ese conocimiento es
también trascendido y alcanzamos el Absoluto. Una vez establecidos en el
Absoluto, la noción de ser un "yo soy" deja de interesarnos, se tira, cae.
Así como los padres desaparecen, de la misma forma, el conocimiento "yo
soy", desaparece."
Maharaj: ¿Qué es en realidad lo que quieres? ¿Qué
es exactamente lo que estás buscando?
Visitante: ¿Exactamente que quiero? Bueno, quiero alcanzar la
realidad. Eso es lo que deseo.
M: (riendo): Si tan sólo pudieras darte cuenta de lo gracioso que, es
decir "Quiero alcanzar la realidad". ¿Quién es este "yo" que quiere alcanzar
la realidad? ¿Es esta estructura corporal, este aparato sicosomático, lo que
quiere alcanzar la realidad? ¿Y a qué te refieres exactamente con la
"realidad" que deseas alcanzar?
V: Dicho así, parece ciertamente gracioso, o quizá debiera decir
trágico.
M: ¿Quién es el que escucha estas palabras, sean ellas graciosas o
trágicas?
V: Yo, el que está aquí sentado.
M: Son los sentidos respectivos, con la ayuda de Prana, la
fuerza vital, los que hacen el trabajo real. ¿Pero acaso no hay algo,
llámalo tu sentido de presencia, sin lo cual ninguno de tus sentidos Podría
conocer nada?
V: Sí. Si yo no fuera conciente, no funcionarían mis sentidos.
M: Entiende, entonces, que esta presencia conciente es lo que eres
en tanto el cuerpo permanezca. Una vez que éste haya desaparecido, junto
con el aliento vital, la conciencia también se marchará. Sólo aquello que
precedió a la aparición de este cuerpo con conciencia, el Absoluto, lo
eternamente presente, sólo eso es tu verdadera identidad. Esto es lo que
realmente somos todos. Esto es la realidad. Es el aquí y
ahora. ¿Cómo puede el esfuerzo de alguien alcanzarla?
La esclavitud del espacio y el tiempo
Visitante: Recuerdo haber leído en alguna parte que la combinación de
espacio y tiempo es la causa de nuestra esclavitud. Desde entonces, me
pregunto cómo pueden el espacio y el tiempo hacernos esclavos.
Maharaj: Aclaremos de qué estamos hablando. ¿Qué quieres decir con
"esclavitud"?, ¿esclavitud para quién? Si te sientes satisfecho con este
mundo que consideras real y con la forma en que has sido tratado, ¿en qué
radica para ti la esclavitud?
Debo reconocer que a mí el mundo me parece bastante real, pero no es
cierto que me sienta satisfecho con el papel que tengo en él. Estoy
profundamente convencido de que la vida debe consistir en mucho más que sólo
pasarla, como la mayoría de nosotros hace, sin ningún objetivo específico,
tan sólo de manera rutinaria. Desde este punto de vista, creo que la vida
misma es esclavitud.
¿Exactamente qué imagen tienes de ti mismo cuando empleas la palabra "yo"?
Cuando eras pequeño te considerabas sólo un niño y el solo hecho de jugar te
hacía feliz. Con el tiempo, te convertirías en un joven, con fuerza
suficiente en los brazos para arrear una pareja de elefantes, y la idea de
que podías enfrentarte a cualquier cosa o persona de este mundo. Ahora te
encuentras en la mitad de tu vida, un poco más maduro pero disfrutando, con
todo, de la vida y sus placeres; y crees que eres un hombre feliz y con
éxito, bendecido con una hermosa familia. En este momento tienes una imagen
de ti mismo bastante distinta de la que tuviste en tiempos pasados.
Imagínate de aquí a diez años, y aún más lejos, veinte años después. La
imagen que tendrás de ti mismo será distinta de todas las anteriores. ¿Cuál
de estas imágenes es el "tú" real? ¿Alguna vez lo has pensado? ¿Hay alguna
identidad particular que puedas llamar la tuya propia y que haya permanecido
contigo desde el principio, siempre presente y sin sufrir cambios?
Ahora que lo mencionas, reconozco que al usar la palabra "yo" no tengo
ninguna idea particular sobre mí mismo y estoy de acuerdo en que todas las
ideas que he tenido sobre mí han cambiado con los años.
Pues bien, hay algo que ha permanecido inmutable todos estos años, en tanto
todo lo demás ha ido cambiando. Y es el sentido constante de presencia, el
sentido de que existes. Este sentido o sensación de "yo soy", no ha cambiado
nunca. Esa es tu imagen constante. Tú estás sentado frente a mí. Lo sabes
con certeza, sin necesidad de confirmación por parte de alguien más. Sabes,
de igual modo, que eres, que existes. Ahora dime, ¿en ausencia de qué te
sería imposible sentir tu existencia?
Si estuviera dormido o inconsciente no sabría que existo.
Precisamente. Vayamos ahora más allá. En la mañana, en el momento mismo en
que despiertas y entra en acción tu conciencia, ¿no sientes tu presencia
conciente, tu existencia, el "yo soy", como presencia sin más y no como la
de una persona individual?
Sí, así es. Yo diría que mi personalidad individual aparece en cuanto
miro mi cuerpo y los objetos que me rodean.
Cuando dices que ves un objeto, lo que en realidad sucede es que tus
sentidos reaccionan a un estímulo cuyo origen es externo con respecto al
aparato corporal. Y lo que tus sentidos han percibido y tu mente ha
interpretado no es más que algo que aparece en tu conciencia. Esta
apariencia presente en la conciencia se interpreta como un suceso que se
manifiesta en el espacio y el tiempo. Toda manifestación depende de la
combinación de dos medios estrechamente ligados a los que se denomina
espacio y tiempo. En otras palabras, en ausencia de la combinación
espacio-tiempo no podría surgir en la conciencia ninguna manifestación. ¿Me
sigues?
Sí, entiendo lo que dices. Pero, ¿dónde entro yo como individuo en este
proceso?
Precisamente ahí reside la dificultad. Toda "existencia" es un proceso
continuo de objetivación. Sólo existimos como uno de tantos objetos y, como
tales, sólo en la conciencia que nos conoce. Cuando cesa la objetivación,
como sucede en el sueño profundo, desaparece el universo objetivo.
Siempre que uno se concibe como una entidad aparte, como persona, no puede
percibir el paisaje total de la realidad impersonal. Y la idea de una
personalidad independiente se debe a la ilusión del espacio y el tiempo, los
cuales no tienen existencia por sí mismos, pues sólo son instrumentos,
simples medios para hacer cognoscible la manifestación.
En la conciencia sólo puede reflejarse un pensamiento, sentimiento o
percepción en cada momento, pero los pensamientos, sentimientos y
percepciones se presentan uno tras otro, creando la ilusión de durabilidad.
La personalidad aparece entonces como resultado simplemente de la memoria,
al identificar el presente con el pasado y proyectarlo al futuro.
Piénsate efímero, sin pasado ni futuro, ¿dónde se halla entonces la
personalidad? Inténtalo e indaga tú mismo. En la memoria y en la
anticipación, que pertenecen una al pasado y la otra al futuro, hay una
clara sensación de que existe un estado mental al cual se observa, mientras
que en el ahora la sensación es básicamente la de tener conciencia y estar
presente aquí y en este momento.
Creo entender. Debo sentarme en calma y tratar de captar esta forma
completamente nueva de pensar.
¿Entiendes ahora en qué sentido el espacio y el tiempo, cuya disposición en
la conciencia hace perceptible la manifestación, son culpables? Lo único que
puedes decir con verdad es: "Yo soy" (queriendo decir con ello que lo que
es, es). En el momento en que hay un pensamiento sobre "mí" como
personalidad independiente, aparece lo que se denomina "esclavitud".
Comprender esto es el fin de toda búsqueda. Cuando te das cuenta de que todo
lo que crees ser sólo se funda en la memoria y en la anticipación, termina
tu búsqueda y te mantienes alejado, con conciencia cabal de la falsedad de
lo falso.