Durante un período de dieciocho meses antes de que Osho dejara su cuerpo, creo un serie de nuevas "terapias meditativas". Extremadamente simples y efectivas implican un mínimo de interacción entre los participantes, pero la energía del grupo ayuda a cada individuo a profundizar más en su propio proceso. No se necesita de ningún terapauta, sino solamente de alguien que haya pasado por el mismo proceso y haya sido convenientemente adiestrado para conducirlo.