Respiración
Holotrópica
Kylea Taylor
La
palabra
holotrópíco
deriva
de
una
raíz
griega,
significa
moverse
hacia
lo
íntegro.
Las
plantas
se
mueven
en
dirección
del
sol
con
un
movimiento
heliotrópico.
En
la
misma
forma,
durante
una
sesión
holotrópica,
el
organismo
humano
está
en
un
estado
de
conciencia
que
le
permite
moverse
en
dirección
a
su
integración,
volverse
un
todo
completo,
y
sanar
sus
propios
aspectos
heridos
o
fragmentados.
El
doctor
Stanislav
Grof
y
su
esposa,
Cristina
Grof,
desarrollaron
esta
poderosa
técnica
natural
a
mediados
de
los
años
'70.
Para
hacerlo,
tomaron
como
punto
de
partida
modernas
investigaciones
sobre
la
conciencia
y
los
estudios
que
realizaron
acerca
de
los
sistemas
espirituales
antiguos.
En
su
libro
"The
Future
of
Psychology"
("El
futuro
de
la
psicología")
el
Dr.
Grof
lo
expresa
del
siguiente
modo:
"En
los
estados
holotrópicos,
podemos
trascender
los
estrechos
límites
del
ego
corporal
y
aspirar
a
nuestra
identidad
plena".
El
trabajo
con
la
respiración
holotrópica
nos
ayuda
en
este
proceso
porque
induce
el
estado
holotrópico
y
crea
un
contexto
seguro
que
nos
permite
volver
a
conectarnos
con
nosotros
mismos,
con
los
demás,
con
el
mundo
natural
y
con
el
espíritu.
Mientras
se
desarrolla
el
proceso
que
corresponde
a
este
trabajo,
van
surgiendo
muchas
experiencias,
pero
proponerse
experimentar
la
respiración
holotrópica
por
sí
misma
no
es
el
propósito
de
este
trabajo
(como
tampoco
lo
son
el
renacimiento
o
el
éxtasis).
Los
objetivos
son
plenitud,
sanación
y
sabiduría.
Las
experiencias
son
los
medios
que
permiten
alcanzar
estos
objetivos.
Cuando
el
cuerpo
y
la
mente
entran
en
un
estado
holotrópico
a
través
del
control
de
la
respiración,
la
sabiduría
interior
aprovecha
la
oportunidad
para
avanzar
en
dirección
a
la
sanación
física,
mental,
emocional
y
espiritual,
y
también
para
realizar
un
cambio
evolutivo.
La
Respiración
Holotrópica
opera
según
el
siguiente
principio:
somos
nuestros
mejores
sanadores.
La
Respiración
Holotrópica
combina
elementos
como:
control
de
la
respiración,
música,
supervisión
individual,
arte,
un
período
flexible
de
tiempo
sin
un
momento
de
finalización
determinado
y
una
forma
particular
de
trabajo
focalizado
en
el
desbloqueo
de
la
energía.
Todos
estos
elementos
suponen
un
cuidadoso
entrenamiento
de
los
facilitadores
que
conducen
las
sesiones
de
las
personas
que
respiran.
Estas
características
del
trabajo
promueven
la
seguridad
y
la
cura
dentro
de
estados
de
conciencia
no
habituales.
Los
que
practican
la
Respiración
Holotrópica
pueden
tener
imágenes
visuales
cargadas
de
emociones,
pueden
experimentar
la
energía
moviéndose
dentro
de
sus
cuerpos,
pueden
alcanzar
intuitivamente
algunos
insights
que
les
permitan
aclarar
aspectos
conflictivos
de
sus
vidas.
Es
frecuente
oírlos
relatar
que
se
sienten
aliviados
del
estrés
acumulado,
que
han
liberado
emociones
relacionadas
con
antiguos
traumas,
que
sienten
más
confianza
en
sí
mismos
y
en
sus
propios
cuerpos.
También
suelen
decir
que
han
comprendido
y
ahora
pueden
superar
antiguas
pautas
de
comportamiento
que
tenían
consecuencias
no
deseadas
por
ellos.
Antes
de
realizar
el
primero
de
los
ejercicios
respiratorios,
los
principiantes
reciben
una
profunda
preparación
teórica
que
incluye
la
descripción
de
los
fenómenos
principales
(bio
gráficos,
perinatales
y
transpersonales)
que
se
producen
durante
una
sesión
holotrópica.
También
reciben
instrucciones
técnicas
para
que
puedan
trabajar
de
a
dos
para
alternativamente
respirar
o
acompañar
a
la
persona
que
está
respirando.
Se
comentan
las
posibles
contraindicaciones
físicas
y/o
emocionales
y,
cuando
existe
algún
temor,
se
solicita
la
opinión
de
algún
experto.
Por
ejemplo,
las
personas
que
manifiestan
dificultades
referidas
a
la
función
cardiovascular
y
las
personas
a
quienes
se
les
haya
diagnosticado
glaucoma
no
pueden
realizar
la
respiración
holotrópica.
La
experiencia
de
la
respiración
holotrópica
es,
en
gran
medida,
interior
y
mayormente
no
verbal;
no
se
realizan
intervenciones.
Los
facilitadores
conducen
una
relajación
guiada
para
ayudar
a
que
la
persona
que
respira
relaje
su
cuerpo
y
lo
prepare
para
la
sesión.
Al
final
de
la
relajación,
los
facilitadores
les
sugieren
a
las
personas
que
comiencen
a
respirar
más
rápida
y
profundamente
que
de
costumbre.
Aunque
al
comienzo
de
la
sesión
se
le
sugiera
a
la
persona
que
respira
que
intensifique
el
ritmo
de
su
respiración,
también
se
la
estimula
para
que
encuentre
su
propio
ritmo.
Y
así,
después
que
la
sesión
de
respiración
ha
comenzado,
la
persona
que
respira
no
recibe
ninguna
indicación
de
respirar
de
alguna
forma
en
particular.
A
medida
que
la
respiración
se
vuelve
más
profunda,
los
facilitadores
le
hacen
escuchar
alguna
música,
que
tanto
puede
ser
sugestiva
como
rítmica.
A
medida
que
avanza
la
sesión,
las
personas
que
respiran
entran
en
estados
de
conciencia
no
habituales,
o
estados
holotrópicos.
Lo
que
se
puede
observar
desde
afuera
varía
se
gún
la
persona
o
el
momento.
Hay
quienes
se
quedan
muy
quietos,
como
si
se
encontraran
en
una
profunda
meditación.
Otras
personas
comienzan
a
balancearse
o
hacen
diferentes
movimientos
rítmicos.
Algunos
gritan,
gimen,
lloran
o
expresan
ira.
A
veces,
la
persona
que
respira
pide
ayuda
para
expresar
sentimientos
o
sensaciones,
pero
es
más
frecuente
que
encuentre
recursos
internos
para
permitirse
la
experiencia
que
surge,
o
para
brindarse
a
sí
misma
la
protección
y
la
comprensión
que
necesita.
Las
experiencias
pueden
ser
diferentes
entre
un
individuo
y
otro,
y
entre
una
sesión
y
otra.
Con
frecuencia,
el
mismo
individuo
vive
diferentes
experiencias
en
cada
una
de
las
sesiones
de
respiración.
Las
sesiones
de
Respiración
Holotrópica
duran
de
dos
a
tres
horas,
y
con
frecuencia
se
prolongan.
Por
lo
común,
la
música
continúa
durante
tres
horas.
Al
final
de
la
sesión,
cuan
do
la
respiración
no
alcanzó
a
resolver
todas
las
tensiones
físicas
y
emocionales
que
se
activaron,
los
facilitadores
ofrecen
un
trabajo
focalizado
para
desbloquear
la
energía.
El
principio
básico
de
este
trabajo
consiste
en
que,
a
partir
de
las
claves
que
ofrece
la
persona
que
respira,
el
facilitador
crea
una
situación
en
la
que
se
amplifican
los
síntomas
presentes
durante
la
sesión.
La
energía
y
la
conciencia
se
mantienen
en
esta
área,
y
mientras
tanto
el
facilitador
alienta
a
la
persona
para
que
exprese
plenamente
su
reacción,
y
para
que
no
se
preocupe
por
la
forma
en
que
la
reacción
se
manifiesta.
Este
trabajo
de
concentración
para
desbloquear
la
energía
es
una
parte
esencial
del
abordaje
holotrópico
y
tiene
un
rol
importante
para
que
la
experiencia
se
complete
y
quede
integrada.
El
aspecto
experimental
del
entrenamiento
como
facilitador
crea
una
profunda
confianza
en
la
propia
sabiduría
interior.
Quienes
pasan
por
el
entrenamiento
profesional,
se
embar
can
en
diversos
viajes
interiores
y
de
este
modo
adquiere
la
convicción
de
que
verdaderamente
pueden
confiar
en
la
guía
interior
y
en
el
proceso
de
quienes
practican
la
respiración
holotrópica.
Esta
confianza
les
permite
transmitir
la
fe
intrínseca
en
el
proceso
a
los
participantes
que
se
sientan
atemorizados
en
alguna
de
las
etapas
del
viaje
interior.
La
formación
en
el
Grof
Transpersonal
Training
también
incluye
instrucción
con
respecto
a
los
principales
aspectos
del
modelo:
respiración,
música,
arte
y
el
trabajo
de
concen
tración
para
liberar
energía.
Los
profesionales
se
entrenan
en
una
forma
de
"hacer"
que
ellos
llaman
"no
hacer".
Es
decir,
se
tornan
sensibles
para
abstenerse
de
toda
acción
que
no
esté
orientada
a
simplemente
facilitar
lo
que
ya
ocurre
con
la
persona
que
respira.
Los
profesionales
consideran
que
la
respiración
holotrópica
no
es
tanto
una
técnica
sino
un
instrumento
y
un
escenario,
las
personas
que
respiran
pueden
sumergirse
en
él,
explorarlo
y,
mientras
tanto,
contar
con
ayuda
para
integrar
la
infinita
gama
de
experiencias
que
se
presentan.
El
Dr.
Stanislav
Grof
es
psiquiatra
y
tiene
más
de
treinta
años
de
experiencia
de
investigación
en
psicoterapia
y
estados
de
conciencia
no
habituales.
Como
parte
de
su
carrera
profesio
nal,
se
desempeñó
durante
siete
años
como
Profesor
Adjunto
en
la
John
Hopkins
University,
fue
Jefe
de
Investigación
en
Psiquiatría
en
la
Maryland
Psychiatric
Research
Center,
y
durante
catorce
años
se
desempeñó
como
Scholar
in
Residence
en
el
Esalen
Institute
de
Big
Sur,
California.
Es
uno
de
los
fundadores
de
la
psicología
transpersonal
y
también
uno
de
los
principales
teóricos
de
dicha
corriente.
Fue
fundador
y
presidente
de
la
International
Transpersonal
Association.