SRI RAMANA MAHARSHI

Extractos del libro 

"CONVERSACIONES  CON SRI RAMANA MAHARSHI"


29/9/35 - Pág. 98

M: ¿Por qué piensa usted que está activo? Tome el burdo ejemplo de su llegada aquí. Partió de su hogar en coche, tomó un tren, bajó en la estación ferroviaria de aquí; allí entró en otro coche y se encontró en este Asramam. Cuando le preguntan usted dice que estuvo viajando todo el trayecto desde su ciudad. ¿Es verdad? ¿No es un hecho que durante todo el trayecto usted siguió como estaba y que sólo hubo movimientos de vehículos durante todo el trayecto? Así como esos movimientos se confunden con los suyos propios, lo mismo ocurre con las demás actividades. No son suyas de usted. Son actividades de Dios.

 

15/10/35 - Pág. 101

M: ¿Qué podría ser más concreto que el Yo? Está en la experiencia de cada uno a cada momento. ¿Por qué uno ha de tratar de atrapar algo fuera, desechando al Yo? Que cada uno trate de descubrir al Yo conocido en vez de buscar más allá algo desconocido?

 

7/11/35 - Pág. 107

M: A los objetos que los sentidos perciben se los menciona como de conocimiento inmediato. ¿Puede haber algo tan directo como el Yo, que se lo experimente siempre sin la ayuda de los sentidos? Las percepciones sensorias sólo pueden ser conocimiento indirecto, no conocimiento directo, como ocurre con la experiencia común de uno y de todos. No se necesita ayuda para conocer a nuestro propio Yo, o sea, para ser conscientes.

 

29/11/35 - Pág. 121

M: La Dicha no es algo que haya que obtener. Por otra parte, usted es siempre la Dicha. Ese deseo nace de la sensación de estar incompleto. ¿Para quién existe esa sensación de estar incompleto? Averígüelo. Usted está dichoso cuando duerme profundamente. Ahora no lo está. ¿Qué se interpuso entre esa Dicha y esta desdicha? El ego. Busque su origen y descubra que usted es la Dicha.

No hay nada nuevo que conseguir. Por otra parte, usted tiene que desprenderse de su ignorancia que le hace pensar que usted es distinto de la dicha. ¿Para quién existe esa ignorancia? Para el ego. Rastree el origen del ego. Entonces, el ego se pierde, y subsiste la Dicha. Es eterna. Usted es Eso, aquí y ahora… He aquí la llave maestra para resolver todas las dudas. Las dudas surgen de la mente. La mente nace del ego. El ego surge del Yo. Busque el origen del ego, y el Yo queda al descubierto. Subsiste eso solo. El universo es sólo el Yo expandido. No es diferente del Yo.

 

29/11/35 - Pág. 123

M: Así como la miel recogida de diferentes flores forma la masa de un panal, y cada gota no indica de dónde se la recogió, de igual modo sat sampannah en sueño profundo, muerte, etc., las personas no reconocen sus individualidades. Se deslizan de golpe en ese estado. Pero cuando despiertan, recuperan sus características individuales originales.

D: La miel, aunque se la recoja de diferente flores, es la masa en conjunto y no posee características individuales. Pero las partes individuales tampoco existen en las gotas y éstas no regresan a sus fuentes. Mientras que los individuos, después de entrar en el sueño profundo, despiertan individuos como antes. ¿Cómo es eso?

M: Así como los ríos que se descargan en el océano pierden sus individualidades, pero las aguas se evaporan y regresan como lluvia sobre las colinas y a través de ríos hacia el océano, de igual modo los individuos que se duermen pierden sus individualidades pero regresan como individuos según sus anteriores vasanas, de improviso. De manera que ni en la muerte se pierde a sat.

D: ¿Cómo puede ser eso?

M: Vea cómo un árbol al que le cortaron las ramas crece de nuevo. Crecerá mientras no sea afectada su fuente de vida. De modo parecido, los samskaras (anamnesis) se hunden en el corazón, al producirse la muerte; no perecen. A su debido tiempo, brotarán del corazón. Así es como los jivas renacen.

D: ¿Cómo brota el vasto universo de esos samskaras sutiles que se mantienen hundidos en el corazón?

M: Así como un baniano brota de una semilla minúscula, de igual modo el vasto universo, con sus nombres y sus formas, brota del corazón.

D: Si el origen es sat, ¿por qué no se lo percibe?

M: La sal es visible en un grano; es invisible cuando está disuelta. Empero, es el gusto que conoce su existencia. De modo parecido, aunque el intelecto no reconozca a sat, sin embargo se lo puede captar de distinta manera, o sea trascendentemente.

D: ¿Cómo?

M: Así como un hombre a quien los ladrones le vendaron los ojos y lo abandonaron en una selva averigua cuál es el camino que lo lleva a su casa y regresa a ésta, de igual modo el ignorante (cegado por la ignorancia) interroga a los que no están cegados, busca su propio origen y regresa a éste.

 

6/1/36 - Pág. 137

M: No existen grados de la Realidad. Para el jiva hay grados de experiencia, no grados de la Realidad. Si se puede obtener algo de nuevo, también se lo podría perder, mientras que el Absoluto es central: aquí y ahora.

D: Si eso es así, ¿cómo permanezco ignorante de él?

M: ¿Para quién existe esta ignorancia (este velo)? ¿El Absoluto le dice a usted que él está velado? Es el jiva quien dice que algo vela al Absoluto. Averigüe para quién existe esta ignorancia.

D: ¿Por qué hay imperfección en la Perfección? O sea, ¿cómo el Absoluto se tornó relativo?

M: ¿Para quién existe esta relatividad? ¿Para quién existe esta imperfección? El Absoluto no es imperfecto y no puede preguntar. Lo que es insensible no puede formular la pregunta. Entre los dos ha surgido algo que formula estas preguntas y siente esta duda. ¿Quién es? ¿Es el que ha surgido ahora? ¿O es el que es eterno?

Siendo perfecto, ¿por qué usted se juzga imperfecto? Eso es lo que enseñan todas las religiones. Cualesquiera que sean las experiencias, el dueño de la experiencia es uno, y es el mismo.

El "Yo" es purna: perfección. Cuando se está dormido no hay diversidad. Esto indica perfección.

D: Si soy perfecto, ¿por qué no lo siento?

M: Tampoco se siente la imperfección cuando se está dormido profundamente. Si el "Yo" es perfecto cuando está dormido, ¿por qué el "Yo" despierto se siente imperfecto? Porque el que se siente imperfecto es un hijo espurio, es una diferenciación del Infinito: es una segregación de Dios.

D: Yo soy el mismo en los tres estados. ¿Este ego me sumerge o yo soy quien se enreda en él?

M: ¿Surgió algo sin usted?

D: Yo soy siempre el mismo.

M: Esto parece haber surgido porque usted lo ve. ¿Usted percibe esta dificultad cuando está profundamente dormido? ¿Qué es nuevo ahora?

D: Los sentidos y la mente.

M: ¿Quién dice esto? ¿El que está dormido? Si esto es así, entonces él debería haber formulado la pregunta también estando profundamente dormido. Quien duerme ha perdido el control, algún vástago espurio se ha diferenciado y ahora habla.

¿Puede aparecer algo nuevo sin lo que es eterno y perfecto? Este género de disputa es eterna. No se involucre en ella. Vuélvase hacia adentro y ponga fin a todo esto. En las disputas no hay conclusión.

D: Muéstreme la Gracia que pone fin a todo este problema. No vine aquí para discutir. Sólo quiero aprender.

M: Primero aprenda quién es usted. Esto requiere sastras, no requiere erudición. Esto es simple experiencia. El estado de ser es ahora y aquí todo el tiempo. Usted ha perdido el control de usted mismo y pide a los demás que lo guíen. La finalidad de la filosofía es volverlo a usted hacia adentro. "Si conoces a tu Yo, ningún mal podrá sobrevenirte. Puesto que me lo pediste, te he enseñado."

El ego sólo surge observándose usted (observando al Yo). Obsérvese y el ego desaparecerá. Hasta entonces el sabio estará diciendo: "Allí está". Y el ignorante estará preguntando: "¿Dónde?"

D: El quid de la cuestión radica en el "Conócete a Ti Mismo".

M: Sí. Es exactamente así.

 

23/1/36 - Pág. 146

D: No sé si el Yo es diferente del ego.

M: ¿Cómo estaba usted en su sueño profundo?

D: No lo sé.

M: ¿Quién no lo sabe? ¿No es el Yo vigil? ¿Usted niega que usted existe cuando está profundamente dormido?

D: Yo era y yo soy; pero no se quién era en el sueño profundo.

M: Exactamente. El hombre despierto dice que no conoció nada en el estado de sueño (descanso). Ahora ve los objetos y ve que él está allí; mientras que en sueño profundo no había objetos, ni espectador, etc. El mismo que ahora está hablando estuvo también en sueño profundo. ¿Cuál es la diferencia entre esos dos estados? Ahora hay objetos y el juego de los sentidos que no estaban en el sueño (descanso). Entretanto ha surgido un nuevo ente, el ego, que juega a través de los sentidos, ve los objetos, se confunde con el cuerpo y dice que el Yo es el ego. En realidad, lo que estaba en el sueño profundo sigue existiendo también ahora. El Yo es inmutable. El que se interpuso es el ego. Lo que surge y entra en ocaso es el ego; lo que queda inmutable es el Yo.

¿Para quién existe la ilusión? ¿Debe haber alguien al que haya que engañar? La ilusión es ignorancia. El Yo ignorante ve los objetos de acuerdo con usted. ¿Cómo podrá existir maya cuando los objetos mismos no están presentes? Maya es lo que no es. Lo que queda es el Yo verdadero. Si usted dice que ve los objetos, o si dice que no conoce a la Unidad Real, entonces hay dos yoes, uno es el que conoce, y el otro es el objeto cognoscible. Nadie admitirá dos yoes en sí mismo. El hombre despierto dice que él mismo dormía profundamente pero no estaba consciente. No dice que quien dormía fuera diferente del hombre actual. Sólo hay un Yo. Ese Yo está consciente siempre. Es inmutable. No hay nada, salvo el Yo.

 

26/1/36 - Pág. 149

M: Si hay una meta que alcanzar, ésta no puede ser permanente. La mente debe existir allí ya. Procuramos llegar a la meta con el ego, pero la meta existe antes que el ego. Lo que existe en la meta es incluso anterior a nuestro nacimiento, o sea, al nacimiento del ego. El ego parece que también existe porque nosotros existimos.

Si al yo lo miramos como el ego, entonces nos convertimos en el ego, si lo miramos como la mente nos convertimos en la mente, y si lo miramos como el cuerpo nos convertimos en el cuerpo. El pensamiento es el que crea envolturas de tantos modos. Se descubre que en el agua se está moviendo la sombra. ¿Habrá alguien capaz de detener el movimiento de esa sombra? Si cesase de moverse, entonces no repararíamos en el agua sino solamente en la luz. De modo parecido no repare en el ego ni en el accionar de éste; vea sólo la luz que está detrás. El ego es el pensamiento del Yo. El verdadero "Yo" es el Yo.

D: Ese es un paso hacia la Realización.

M: La Realización ya está allí. El estado libre de pensamiento es el único estado real. La realización no existe como una acción. ¿Hay alguien que no esté captando al Yo? ¿Hay alguien que niegue su propia existencia? Hablando de comprensión; ésta implica dos yoes: uno, el que comprende; el otro, el que sea comprendido. Una vez que admitimos nuestra existencia, ¿cómo es que no conoceremos a nuestro Yo?

D: Debido a los pensamientos: debido a la mente.

M: Así es exactamente. Es la mente la que está en el medio y la que vela nuestra felicidad. ¿Cómo sabemos que existimos? Si usted dice que eso se debe al mundo que nos rodea, entonces, ¿cómo sabe usted que usted existía estando profundamente dormido?

D: ¿Cómo hay que librarse de la mente?

M: ¿Es la mente la que quiere matarse? La mente no puede matarse. Por eso, lo que usted tiene que hacer es descubrir la naturaleza real de la mente. Entonces usted sabrá que no hay mente. Cuando se busca al Yo, la mente no existe en ninguna parte. Uno no necesita preocuparse por la mente cuando permanece en el Yo.

El ego se parece a nuestra sombra proyectada sobre el suelo. Si uno intenta sepultarla, eso sería una tontería. El Yo es único. Si se lo limita, es el ego. Si es ilimitado, es infinito y es la Realidad.

Las burbujas son diferentes entre sí, y son numerosas, pero el océano es uno solo. De modo parecido, los egos son muchos, mientras que el Yo es uno y único.

Cuando le digan que usted no es el ego, capte la Realidad. ¿Por qué aún se identifica con el ego? Eso se parece a decir: "No piense en el mono mientras toma su medicina"; es imposible. De modo parecido ocurre con la gente corriente. Cuando le mencionan a la Realidad, ¿por qué usted sigue meditando sobre Sivoham? Se deberá rastrear y comprender el significado. No basta con repetir sólo las palabras o con pensar sólo en ellas.

La realidad es simplemente la pérdida del ego. Destruya al ego hundiendo su identidad. El ego desaparecerá automáticamente porque el ego no es un ente, y la Realidad refulgirá por sí sola. Este es el método directo. Mientras que todos los demás métodos se cumplen reteniendo el ego. En esos senderos surgen muchas dudas y finalmente queda por resolver la cuestión final. Pero en este método la cuestión final es la única y se la formula desde el principio mismo. No son necesarios los sadhanas para dedicarse a esta búsqueda.

No hay un misterio mayor que éste: o sea, al ser nosotros la Realidad, procuramos obtener la realidad. Creemos que hay algo que oculta nuestra Realidad y que se lo deberá destruir antes de obtener la Realidad. Eso es ridículo. Llegará un día en que usted se reirá de sus esfuerzos pasados. Lo que existirá el día en que usted ría también existe aquí y ahora.

D: ¿De modo que se trata de un juego de ficciones?

M: Sí. En el Yoga Vasishtha se dice: "Lo que es Real se oculta de nosotros, pero lo que es falso se revela como verdadero". En realidad sólo estamos experimentando a la Realidad; empero no la conocemos. ¿Este no es un enigma de enigmas?

 

9/6/36 - Pág. 186

M: ¿Cómo medita usted?

D: Empiezo preguntándome: "¿Quién soy yo?", eliminando al cuerpo como que no es el Yo, a la respiración como que no es el Yo y a la mente como que no es el Yo, pero no puedo seguir más allá.

M: Bien, eso es en lo que atañe al intelecto. Su proceso es sólo intelectual. En realidad, todas las Escrituras mencionan al proceso sólo para guiar al buscador para que conozca a la Verdad. A la Verdad no se la puede señalar directamente. De allí este proceso intelectual.

Observe esto: quien elimina a todos los yoes que no son, no puede eliminar al "yo". Para decir "Yo no soy esto" o "Yo soy aquello" debe existir el "yo". Este "yo" es solamente el ego, o el pensamiento del "yo". Después que este pensamiento del "yo" surge, surgen todos los demás pensamientos. Por tanto, el pensamiento del "yo" es el pensamiento raíz. Si arranca la raíz, arrancará al mismo tiempo a todos los demás. Por tanto, vea al "yo" raíz, pregúntese: "¿Quien soy yo?"; averigüe su origen. Entonces, todo desaparecerá, y el Yo puro permanecerá eternamente.

D: ¿Cómo he de hacerlo?

M: El "Yo" está allí siempre: en el sueño profundo, en los sueños y en la vigilia. Quien está dormido es el mismo que ahora habla. Existe siempre la percepción del "Yo". De lo contrario ¿usted niega su existencia? No la niega. Usted dice: "Yo soy". Averigüe quién es.

D: Aún así , no comprendo. Usted dice que "yo" es ahora el "yo" equivocado. ¿Cómo he de eliminar a este "yo" equivocado?

M: Usted no necesita eliminar al "yo" equivocado. El "yo" ¿cómo podrá eliminarse? … Todo lo que usted necesita es averiguar su origen y permanecer allí. Sus esfuerzos sólo pueden extenderse hasta allí. Luego, será el Más Allá el que cuide de sí mismo. Allí usted está desamparado. Ningún esfuerzo llega hasta allí.

D: Si "Yo" existo siempre, aquí y ahora, ¿por qué no lo percibo?

M: Eso es. ¿Quién dice que no lo percibe? ¿Lo dice el "Yo" real o el "yo" falso? Examine eso. Descubrirá que es el "yo" equivocado. El "yo" equivocado es la obstrucción. Tiene que ser eliminado a fin de que el "Yo" verdadero no pueda ocultarse. El sentimiento de que yo no lo he realizado es la obstrucción hacia la realización. De hecho, ya está realizado; no hay nada más que realizar. De lo contrario, la realización será nueva; no existió hasta aquí, deberá tener lugar después. Lo que nació morirá también. Si la realización no es eterna, no vale la pena tenerla. Por tanto, lo que buscamos no es lo que deba suceder de nuevo.

Es sólo lo eterno pero que no se conoce debido a las obstrucciones; eso es lo que buscamos. Todo lo que necesitamos hacer es eliminar esa obstrucción. Lo eterno no se conoce como tal debido a la ignorancia. Lo que obstruye es la ignorancia. Deshágase de esta ignorancia y todo andará bien. La ignorancia es idéntica al pensamiento del "yo". Encuentre su origen y desaparecerá.

El pensamiento del "yo" se parece a un espíritu que, aunque no sea palpable, surge simultáneamente con el cuerpo, medra y desaparece con éste. La consciencia del cuerpo es el "yo" equivocado. Renuncie a esta conciencia del cuerpo. Esto se realiza buscando el origen del "Yo". No es el cuerpo el que dice "Yo soy". ¡Es usted que dice "Yo soy el cuerpo"! Averigüe quién es este "yo". Al buscar su origen, este "yo" desaparecerá.