Mah: Los médicos han diagnosticado que este cuerpo tiene cáncer.
¿Estaría algún otro tan dichoso como yo lo estoy,
con un diagnóstico tan grave? El mundo es su experien-cia directa,
su propia observación. Todo lo que está aconteciendo está
aconteciendo en este nivel, pero yo no estoy en este nivel. Yo me he disociado
del Sattva Guna, de la eseidad.
El Estado Último en la espiritualidad es ese estado donde no
se siente necesidad en ningún tiempo, donde nada es útil
para nada. A ese estado se le llama Nirvana, Nirgu-na, eso que es la Verdad
Eterna y Última. La esencia y la suma total de toda esta charla
se llama Sat-guru-Parabrahman, ese estado en el que no hay requerimientos.
Después de la disolución del universo, cuando ya no era
visible ningún rastro de la creación, lo que quedó
es mi estado perfecto. A través de toda la creación y disolución
del universo, yo permanezco siempre intocado. Yo no he expuesto esta parte:
mi esta-do nunca sintió la creación y disolución del
universo. Yo soy el principio que sobrevive a todas las creaciones, a todas
las disoluciones. Éste es mi estado, y el de usted tam-bién,
pero usted no se da cuenta debido a que usted está abrazando a su
eseidad. Darse cuenta de ello solo es posible cuando uno tiene el apoyo
de la fe invencible, de ese eterno Sat-guru-Parabrahman. Este estado, este
principio Parabrahman, es eterno y es también el Sat-guru. Es la
propiedad eterna de cualquier devoto de un Guru.
29 de julio de 1980
Interlocutor: ¿Por qué surgió esta consciencia?
Maharaj: Usted es a la vez la pregunta y la respuesta. Todas sus preguntas
vienen de su identificación con el cuerpo. ¿Cómo pueden
responderse las preguntas relativas a eso que es antes del cuerpo y de
la consciencia? Hay yoguis que se han sentado en meditación durante
muchos, muchos años buscando respuesta a esta pregunta, pero no
la han comprendido. Y sin embargo, usted se está quejando.
Int: Es un gran misterio.
Mah: Es un misterio solo para el ignorante. Para el que no está
identificado con el cuerpo, ya no es un misterio.
Int: ¿Maharaj no puede transmitírnoslo?
Mah: Yo estoy diciéndoselo a usted pero usted no escucha.
Int: ¿Nos ve Maharaj como individuos?
Mah: No hay individuos; hay solo cuerpos de alimento con el conocimiento
“yo soy”. No hay ninguna diferencia entre una hormiga, un ser humano, e
Ishwara; ellos son de la misma cualidad. El cuerpo de una hormiga es pequeño,
el de un elefante es grande. La envergadura es diferente, debido al tamaño,
pero la fuerza vital es la misma. Para el conocimiento, el cuerpo es necesario.
Int: ¿Cómo recibió Maharaj el nombre de Nisargadatta?
Mah: En una ocasión yo estaba componiendo poemas. Los poemas
solían afluir de mí, y en este flujo, yo agregué Nisargadatta.
Yo me regocijaba mucho componiendo poe-mas hasta que mi Guru me amonestó,
“Estás gozando demasiado componiendo estos poemas; ¡abandónalos!”.
¿Adónde quería llevarme? Su objetivo para mí
era sumergirme en el estado Abso-luto en lugar de que yo me regocijara
en mi eseidad.
Esta fue la manera en que yo realice el conocimiento, no a través
de la manipula-ción mental. ¡Mi guru dijo, “Esto es así”,
y para mí, se acabó! Si usted continúa en el reino
del intelecto, usted se enredará y se perderá cada vez en
más conceptos.
La consciencia es tiempo que corre continuamente. Pero yo, lo Absoluto,
no tendré su compañía eternamente debido a que la
consciencia está sujeta al tiempo. Cuando esta eseidad se vaya,
lo Absoluto no sabrá “yo soy”. La aparición y la desaparición,
el nacimiento y la muerte, éstas son las cualidades de la eseidad;
ellas no son las cualida-des de usted. Usted ha orinado y el olor viene
de eso —¿es usted ese olor?
Int: No, yo no lo soy.
Mah: Esta eseidad es como esa orina. ¿Puede usted ser esa eseidad?
Int: ¡Absolutamente no!
Mah: Usted no requiere más sadhana. Para usted, las palabras
del Guru son finales.
5 de octubre de 1980
Maharaj: Yo no tengo ninguna individualidad. Yo no he asumido ninguna
pose como una persona. Todo lo que acontece en la consciencia manifiesta
acontece.
Las gentes me identifican con sus conceptos y hacen lo que sus conceptos
les di-cen. Es la consciencia lo que es manifiesto, nada más. ¿Quién
está hablando, quién está caminando, quién
está sentado? Todos éstos son las expresiones de esa química
“yo soy”. ¿Es usted esa química? Usted habla sobre el cielo
y el infierno, sobre este Mahatma o ese Mahatma, ¿pero que hay sobre
usted? ¿Quién es usted?
En la meditación, uno ve un montón de visiones. Ellas
están en la química, en el reino de su consciencia, ¿no
es así? Todas estas cosas se relacionan solo con esa quí-mica
del nacimiento. ¡Usted no es esta química “yo soy”!
El conocimiento espiritual no debe estudiarse; es conocimiento que
se deriva de la escucha. Cuando el escuchador lo escucha, y lo acepta,
algo resuena en él.
Esta “yo-soy-dad” es otreidad; es una expresión de dualidad.
8 de noviembre de 1980
Interlocutor: ¿Por qué nosotros parecemos pensar naturalmente
en nosotros mismos como individuos separados?
Maharaj: Sus pensamientos sobre la individualidad no son realmente
sus pensamien-tos propios; son todos pensamientos colectivos. Usted piensa
que usted es el que tiene los pensamientos; de hecho, los pensamientos
surgen en la consciencia.
A medida que crece nuestro conocimiento espiritual, disminuye nuestra
identifica-ción con un cuerpo-mente individual, y nuestra consciencia
se expande en consciencia universal. La fuerza vital continua actuando,
pero sus pensamientos y acciones ya no están limitados a un individuo.
Devienen la manifestación total. Es como la acción del viento
—el viento no sopla para un individuo particular, sino para la manifestación
total.
Int: ¿Podemos nosotros volver a la fuente como un individuo?
Mah: No como un individuo; el conocimiento “yo soy” debe volver a su
propia fuente.
Ahora, la consciencia se ha identificado con una forma. Más
tarde, comprende que ella no es esa forma y sigue adelante. En unos pocos
casos puede alcanzar el espacio, y muy a menudo, se detiene ahí.
En poquísimos casos, alcanza su fuente real, más allá
de todo condicionamiento.
Es difícil abandonar esa inclinación a identificar el
cuerpo como el Sí mismo. Yo no estoy hablando a un individuo, yo
estoy hablando a la consciencia. Es la conscien-cia la que debe buscar
su fuente.
Del estado no ser viene la eseidad. Viene tan mansamente como el crepúsculo,
con una sensación de “yo soy” y entonces de repente el espacio está
aquí. En el espacio, el movimiento comienza con el aire, el fuego,
el agua, y la tierra. Todos estos cinco ele-mentos son usted solo. Todo
esto ha acontecido de su consciencia. No hay ningún individuo. Hay
solo usted, el funcionamiento total es usted, la consciencia es usted.
Usted es la consciencia, todos los títulos de los Dioses son
sus nombres, pero al aferrarse al cuerpo usted mismo se lleva al tiempo
y a la muerte —usted mismo se lo impone.
Yo soy el universo total. Cuando yo soy el universo total, yo no estoy
en necesidad de nada, debido a que yo soy todo. Pero me aferré a
una cosa pequeña, a un cuerpo; hice de mí mismo un fragmento
y devine necesitado. Como un cuerpo, yo necesito muchas cosas.
En la ausencia de un cuerpo, ¿existe o existía usted?
¿Es y era usted, o no? Alcan-ce ese estado que es y que era antes
del cuerpo. Su verdadera naturaleza es abierta y libre, pero usted la encubre,
y le da designios.
9 de noviembre de 1980
Interlocutor: ¿Debe enseñarse a los niños el tipo
de desapasionamiento que Maharaj nos enseña?
Maharaj: No. Si se hace eso, ellos no tendrán ninguna ambición
de crecer más; ellos deben tener ciertas ambiciones, ciertos deseos,
para su propio crecimiento.
El que se ha investigado plenamente a sí mismo, el que ha llegado
a comprender, no tratará de interferir nunca en el juego de la consciencia.
No hay ningún creador con un vasto intelecto como tal; todo este
juego tiene lugar espontáneamente. No hay nin-gún intelecto
detrás de él, de manera que no trate de imponer el suyo para
provocar algún cambio; déjelo en paz. Su intelecto es un
producto subsecuente de este proceso, de manera que, ¿cómo
puede su intelecto hacerse cargo o evaluar todo la creación? Investigue
su sí mismo; éste es el propósito de su ser.
La espiritualidad no es nada más que comprender este juego de
la consciencia —trate de descubrir lo que es este fraude buscando su fuente.
12 de noviembre de 1980
Maharaj: La “yo-soy-dad”, el Brahman manifiesto, e Ishwara son todos
solo uno; medite sobre esto y realícelo. Ésta es una oportunidad
rara, una oportunidad donde todo se ha explicado en gran detalle; así
pues, aprovéchese bien de ella.
Usted es el Brahman manifiesto. Yo le he dicho a usted muchas veces
lo que su verdadero estado es, pero, por la fuerza del hábito, usted
desciende nuevamente a la identificación con el cuerpo. Ahora ha
llegado una etapa en la cual usted debe abando-nar esta identificación
corporal. Las actividades corporales continuarán hasta que el cuerpo
caiga, pero usted no debe identificarse con ellas.
Interlocutor: ¿Cómo hemos de hacer esto?
Mah: Usted puede observar el cuerpo, de manera que usted no es el cuerpo.
Usted puede observar el soplo, de manera que usted no es el soplo vital.
De la misma mane-ra, usted no es la consciencia; pero usted tiene que devenir
uno con la consciencia. Cuando usted se estabiliza en la consciencia, el
desapasionamiento por el cuerpo y por las expresiones que ocurren a través
del cuerpo tiene lugar espontáneamente. Es una renunciación
natural, no es deliberada. Ello no significa que usted deba descuidar sus
deberes mundanos; llévelos a cabo con plena dedicación.
Int: ¿No debemos redescubrir la libertad de niño con
respecto al cuerpo?
Mah: Comprenda la fuente del niño. El niño es un producto
del esperma del padre y del óvulo de la madre. La consciencia está
en el niño como está en los padres; es siem-pre la misma
consciencia, ya sea en el niño o en el adulto. Hay solo una consciencia.
Usted debe devenir uno con esa consciencia y estabilizarse en esa consciencia,
enton-ces usted la trasciende. Esa consciencia es su único capital.
Compréndala.
¿Hasta qué punto se conoce usted a usted mismo?
Int: Yo he agarrado los pies del Sat-guru; más allá de
eso, yo no sé nada.
Mah: Usted debe hacer eso, pero debe comprender el significado de los
“pies del Sat-guru. Comprenda eso, como el movimiento comienza con los
pies, de manera que el movimiento comienza desde la no cognitividad a la
cognitividad. Cuando la cognitivi-dad aparece, eso es el movimiento Sat-guru.
Para ese movimiento, vaya a la fuente donde comienza la “yo-soy-dad”. El
esfuerzo del que ha detenido ese movimiento no será en vano. Agarrar
los pies del Sat-guru es la frontera entre la cognitividad y la no cognitividad.
17 de noviembre de 1980
Interlocutor: ¿No tenemos que desechar todo conocimiento?
Maharaj: Usted debe tener un conocimiento completo de esta consciencia,
y habiendo conocido todo sobre la consciencia usted llega a la conclusión
de que todo es irreal, y entonces ello debe venirse abajo. Habiendo escuchado
estas charlas, siéntese y medite, “¿eso que he escuchado,
es verdadero o no?”. Entonces usted comprenderá que esto también
ha de desecharse.
El principio que juzga sobre si el mundo es o no es, ese principio
antecede al mun-do. Eso por lo cual todo es conocido, si ello es o no es
—¿quién conoce esto?
Cuando yo digo Parabrahman, entonces usted dice que usted comprende.
Los nombres son meramente un instrumento para comunicarse. ¿Comprende
usted lo que quiero decir?
Int: El jñani sabe que todo esto es una ilusión, que
no hay ninguna vía; pero sí, desde dentro de la ilusión,
uno está convenido de que hay una vía, y de que hay adonde
ir, ¿tiene sentido usar técnicas para alcanzar esa ilusión?
Mah: Ilusión —¿es una palabra o no?
Int: Es una palabra que se relaciona con un concepto.
Mah: Eso es también un nombre solo, ¿no es así?
Int: Sí.
Mah: Así pues, ¿qué palabra ilusoria quiere usted
que le satisfaga?
18 de noviembre de 1980
Maharaj: Mi presente visión es sin limitación, libertad
total.
Finalmente uno debe ir más allá del conocimiento, pero
el conocimiento debe ve-nir, y el conocimiento puede venir por la meditación
constante. Por la meditación, el conocimiento “yo soy” se fija y
se funde con el conocimiento universal, y con ello deviene totalmente libre,
como el cielo, o el espacio.
Aquellos que vienen aquí con la idea de recibir conocimiento,
aunque sea conoci-miento espiritual, vienen aquí como individuos
que aspiran a recibir algo; esa es la dificultad real. El buscador debe
desaparecer.
Cuando usted conoce su naturaleza real el conocimiento “yo soy” permanece,
pero ese conocimiento es ilimitado. No es posible que usted adquiera conocimiento,
usted es conocimiento. Usted es lo que usted está buscando.
Su verdadero ser existe antes del surgimiento de cualquier concepto.
¿Puede usted, como un objeto, comprender algo que existía
antes del surgimiento de un concepto? ¿En la ausencia de la consciencia
hay alguna prueba de la existencia de algo? La cons-ciencia misma es la
mente, es el pensamiento, es todos los fenómenos, toda la mani-festación.
Comprender esto es estar muerto a “yo soy el cuerpo” mientras se vive.
Este tipo de conocimiento viene solo en un caso raro, y es un tipo de conocimiento
muy elusivo donde no es necesario ningún esfuerzo; de hecho, el
esfuerzo mismo es un obstáculo. Es comprensión intuitiva.
Interlocutor: ¿Entonces deben abandonarse todas las disciplinas
espirituales?
Mah: En el nivel más alto esto es así; en los niveles
más bajos usted tiene que hacer sus deberes.
Aquellos que son capaces de comprender esto intuitivamente pierden
su interés en los asuntos del mundo. Habiéndolo perdido,
¿qué recibirán? Todo lo que han perdido, lo han perdido
como una persona ordinaria, pero lo que reciben a cambio será propio
de un Rey. Aquellos que han comprendido y que han alcanzado una cierta
etapa no pedirán nada, pero toda vendrá a ellos espontáneamente.
No habrá ningún deseo de ello; sin embargo, ello estará
ahí. Esto no le ocurre a un individuo —acontece a la ma-nifestación
universal, o al que ha devenido uno con su verdadera naturaleza. Para el
jñani, sólo la presenciación está teniendo
lugar.