Los Diez Toros del Zen
Kokuan
|
1.
La
Búsqueda
el
Toro.
Recorro
interminablemente
los
pastos
de
este
mundo
en
busca
del
toro.
Atravieso
innumerables
ríos,
perdido
en
impenetrables
perfiles
de
distantes
montañas.
Fallece
mi
fortaleza
y
se
agota
mi
vitalidad,
no
encuentro
el
toro.
En
la
noche
sólo
oigo
el
chirriar
de
las
cigarras
a
través
del
bosque.
Comentario:
El
toro
nunca
se
ha
perdido.
¿
Qué
necesidad
hay
de
buscar?
Sólo
a
causa
de
la
separación
de
mi
verdadera
naturaleza,
fracaso
en
encontrarlo.
En
la
turbación
de
mis
sentidos
pierdo
incluso
mi
camino.
Lejos
de
mi
hogar,
veo
muchas
encrucijadas,
pero
desconozco
el
verdadero
sendero
que
me
lleve
a
mi
casa.
Me
enzarzo
entre
la
concupiscencia
y
el
temor,
la
bondad
y
la
maldad.
|
2.
Descubrir
sus
Huellas.
!Junto
a
la
rivera
bajo
unos
árboles,
descubro
huellas!
Incluso
sobre
el
fragante
pasto
veo
sus
pisadas.
Están
en
lo
profundo
de
las
montañas
remotas.
Este
rastro
no
puede
ocultarse
a
ninguna
nariz
que
apunte
al
cielo.
Comentario:
Comprensión
de
la
enseñanza,
veo
las
huellas
del
toro.
Ahora
aprendo
que,
así
como
de
un
metal
se
forjan
muchos
utensilios,
de
mi
mismo
surgen
miríadas
de
paisajes.
A
menos
que
yo
discrimine,
¿como
diferenciaré
lo
cierto
de
lo
falso?
Aún
no
he
atravesado
la
puerta,
pero
he
intuido
el
camino.
3.
Encontrar
al
Toro.
Oigo
la
canción
del
ruiseñor.
El
sol
es
cálido,
la
brisa
suave,
los
sauces
verdean
a
lo
largo
de
la
ribera,
Aquí
ninguno
toro
puede
ocultarse!
¿
Qué
artista
podría
dibujar
tan
soberbia
cabeza,
cornamenta
tan
majestuosa?
Comentario:
Al
oír
la
voz,
podemos
sentir
su
fuente.
Tan
pronto
como
emergen
los
seis
sentidos,
atravesamos
la
puerta.
Dondequiera
que
uno
entre,
uno
ve
la
cabeza
del
toro!
Esta
unidad
es
como
la
sal
en
el
agua,
como
el
color
en
los
tintes.
Lo
más
sutil
no
esta
separado
de
mi
mismidad.
4.
Apresar
al
Toro.
Lo
apreso
con
feroz
lucha.
Su
gran
poder
y
voluntad
son
inagotables.
Desde
la
colina
embiste
a
la
inalcanzable
nube
lejana,
O
permanece
en
un
barranco
impenetrable.
Comentario:
!
Permaneció
mucho
tiempo
en
el
bosque,
pero
hoy
lo
he
apresado!
La
bravura
de
la
lucha
interrumpe
su
camino.
El
toro
ya
esta
lejos
de
su
anhelado
pasto
verde.
Su
mente
todavía
es
terca
y
sin
freno.
Mi
deseo
de
someterle
me
obliga
a
alzar
el
látigo.
5.
La
doma
del
Toro
Preciso
el
látigo
y
la
soga,
De
lo
contrario,
se
escaparía
por
caminos
polvorientos.
Si
está
bien
domesticado,
llega
a
ser
dócil
con
naturalidad.
Entonces,
sin
herraduras,
obedecerá
a
su
dueño.
Comentario:
Cuando
aflora
un
pensamiento,
otro
le
sucede.
Cuando
el
primer
pensamiento
brota
desde
la
iluminación,
cuantos
le
siguen
son
verdaderos.
A
través
de
la
ilusión,
se
convierte
todo
en
falsedad.
La
ilusión
no
esta
producida
por
la
objetividad;
es
el
resultado
de
la
subjetividad.
Amárralo
fuerte
por
el
anillo
de
la
nariz
y
no
dudes
ni
un
instante.
6.
Montándolo
hasta
casa.
Monto
el
toro,
lentamente
regreso
a
casa.
El
son
de
mi
flauta
endulza
la
tarde.
Marco
con
palmas
la
armonía
que
me
acompaña,
y
dirijo
el
ritmo
eterno.
Quien
oiga
esta
melodía
se
unirá
a
mí.
Comentario:
La
lucha
ha
terminado,
se
han
equilibrado
pérdida
y
ganancia.
Canto
la
canción
del
leñador
de
la
aldea,
y
entono
melodías
infantiles.
A
horcajadas
sobre
el
toro,
contemplo
las
nubes
en
el
cielo.
Recorro
mi
camino,
sin
importarme
quien
desde
atrás
me
llame.
7.
Trascendiendo
al
Toro.
A
horcajadas
sobre
el
toro,
llego
a
mi
hogar.
Estoy
sereno.
El
toro
también
puede
reposar.
Empieza
a
amanecer.
En
el
plácido
descanso,
bajo
el
techo
de
mi
morada,
abandono
el
látigo
y
la
soga.
Comentario:
Todo
sigue
una
ley,
no
dos.
Unicamente
nosotros
hacemos
del
toro
una
realidad
temporal.
Es
como
la
relación
entre
el
conejo
y
la
trampa,
los
peces
y
la
red.
Es
como
el
oro
y
la
merma,
o
la
luna
que
aparece
tras
la
nube.
Una
sucesión
viajes
fugaces
y
arduos
a
través
de
un
tiempo
interminable.
8.
Ambos,
el
toro
y
mi
mismidad,
trascienden.
Látigo,
soga,
mismidad,
y
toro,
todo
llega
a
"no-ser".
Este
cielo
tiene
tal
amplitud
que
ningún
término
puede
abarcarlo.
¿
Como
puede
existir
un
copo
de
nieve
en
un
fuego
ardiente?
Aquí
hay
huellas
de
patriarcas.
Comentario:
La
mediocridad
ha
desaparecido.
Mente
libre
de
limitación.
No
busco
ningún
estado
de
iluminación.
Tampoco
hago
nada,
permanezco
donde
no
existe
ninguna
iluminación.
Desde
que
deambulo
sin
condición
alguna,
las
miradas
no
me
pueden
ver.
Aunque
mil
pájaros
alfombraran
con
flores
mi
camino,
la
alabanza
no
tendría
sentido
alguno.
9.
Alcanzar
la
Fuente.
Demasiados
pasos
se
han
dado
para
regresar
a
la
raíz
y
la
fuente.
!Mejor
hubiera
sido
sordo
y
ciego
desde
el
inicio!
Morar
en
la
propia
intimidad,
indiferente
a
lo
de
fuera.
Las
aguas
del
río
fluyen
plácidas
y
las
flores
son
rojas.
Comentario:
La
verdad
es
clara
desde
el
inicio.
Equilibrado
por
el
silencio,
observo
la
producción
y
desintegración
de
formas.
Quien
no
esta
vinculado
a
las
"formas",
no
precisa
ser
"re-formado".
El
agua
es
esmeralda,
la
montaña
es
añil,
y
observo
la
generación
y
la
descomposición.
10.
En
el
Mundo.
Descalzo
y
con
el
pecho
al
descubierto,
me
mezclo
con
la
muchedumbre.
Mis
ropas
son
andrajosas
y
polvorientas,
y
siempre
mantengo
la
placidez.
No
uso
magia
alguna
para
prolongar
mi
vida;
Ahora,
ante
mí,
los
árboles
muertos
aparecen
vivos.
Comentario:
Adentro,
tras
mi
puerta,
mil
sabios
no
me
reconocen.
La
belleza
de
mi
jardín
es
invisible.
¿Por
qué
deber
uno
busca
las
huellas
de
los
patriarcas?
Voy
al
mercado
con
mi
odre
de
vino
y
regreso
a
casa
con
mi
báculo.
Visito
la
bodega
y
el
mercado,
sobre
quienes
poso
mi
mirada,
se
convierten
en
iluminados.